29 de agosto de 2011

Tarde de Agosto

¿Y ahora qué?

Soy yo la que decido, o eso creo. Porque toda acción lleva a otra y a si sucesivamente. 
Bien, a veces deseamos tanto algo que una vez realizada te sabe a poco. Un beso. No te puedes conformar con un beso solo. Necesitas más.
Llevar esperando tanto tiempo ese beso, meses y meses. Esperar tenerle tan cerca, no perder detalle de su olor y ser capaz de apreciar cada detalle de sus labios. Esperar ese momento en el que su respiración pasa a formar parte de la tuya. Ese momento en el que te tiemblan las piernas y solo recuperas  la estabilidad al sentir su mano en tu cintura.
Habló de ese momento, que por mucho que intentes recordar no consigues sentir la misma sensación.
El problema viene cuando te das cuenta de que ha sido y será eso, un beso. Para ti el que no te quitas de la cabeza y para él posiblemente uno entre cientos. 
Y vuelves a la misma situación de siempre, incluso peor.

''Es importante perder la razón, imprescindible que sea en tu cuarto. Que no te vaya a encontar el amor esta noche tiritando.
Pero lo cambio todo por tus manos quitándome la ropa, viento en popa. Recoge que nos vamos'' -


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