12 de septiembre de 2011

Realmente no me importa que pase el tiempo, aun no me he cansado de esperar.

No soy ella. Nunca te hablaré, miraré, besaré ni abrezaré como ella. Porque no puedo, no somos la misma persona en absoluto.
Pero lo haría a mi manera, no creo que fuese difícil acostumbrarme a ti. Comenzar el día con tus 'Buenos días princesa' y pintarme una sonrisa con tres simples palabras. Llenar un calendario de días especiales, sí, tener un recuerdo de todos y cada uno de ellos.
Empezar a crear una historia. Poco a poco, a base de tiempo. Elegir nuestra película favorita, una de esas en la que nos sintamos identificados, y poder afirmar que vivimos una historia de película. Encontrar un lugar, un lugar al que podamos denominar nuestro.
Dime que cómo tengo que ser para que me elijas. Dime que es eso de ella que tanto echas de menos...


''¿Sabes? Que me encanta que estés aquí. Y que vengas con tu cuaderno, y con tus ganas de estar conmigo y con tu entusiasmo. Y con esa sonrisa, como si todo fuera posible. Y de pronto me he dado cuenta de que eso es lo que quiero, que todo sea posible todos los días de mi vida. Y voy a por ello. Te elijo, te elijo a ti.''

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