19 de noviembre de 2011

Dame calor, sácame brillo.

Juguemos a decir la verdad. ¿Eso qué buscamos todas?
Ese chico que al tenerlo delante sea capaz de hacerte perder la cabeza; y por qué no, las bragas. Que tenga mil maneras de llamarte y todas ellas te encanten. Pasar todo un día a su lado y que aun así te parezca poco.
Ese que tiene los únicos ojos en los que realmente te puedes perder, los que te vuelven loca. Los que en ocasiones te clava y con la mirada te desnuda.
Quizá te digan que no es el más guapo. Pero DIOS, esa pequeña marca que tiene debajo del labio le declara perfecto. Que siempre tendrá la sonrisa más bonita.
El chico que sepa todos tus puntos débiles. Dónde morder o qué besar para estar a punto de caramelo. Tus sitios preferidos y cuál es tu hora favorita. Que no te diga que esta a tres, sino a cincuenta metros sobre el cielo mientras roza su piel con la tuya. Que te ponga tu película preferida y nunca consigáis ver el final. Que tus sábanas huelan a él.
Que sea tu medicina y enfermedad a la vez. Que sea malo, tenga ese punto de malote que tanto pone. Que tenga una moto para ir a buscarte al instituto y te grite FEA guñándote el ojo. Pero que tenga coche, para poner la música a toda hostia y poder acariciarte la pierna mientras conduce.
El que con besarte, consiga que no quieras parar. Que te mueras de ganas de TODO. De mojarte en él. Y la palabra que mejor describa esos momentos sea puff.

 Ya va siendo hora de que aparezcas. Aun no te conozco, pero ya me muero de ganas de ti-

''Sabrás que es él, no cuando se adapte perfectamente a la descripción que dabas de tu hombre perfecto, si no cuando descubras que tu descripción de hombre perfecto se ha modificado para describirlo a él''




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