Dos no se pegan si uno no quiere. Y aquí sigo, esperando que me declares otra guerra.
Hemos agotado los diciembres, y de los unos ya ni hablamos. Y todo lo que era imposible de imaginar, hoy lo vivimos. Me siento como la sombra de ese pasado.
Que me digan que no he luchado, cuando deje de ser yo por aquello que creía que querías. Pero cambiaste y no me esperaste. Dejaste de llamarme amor cuando me lo hacías. Multiplicaste los orgasmos pero redujiste los susurros.
Podría hacer como tú. Decir que todo ha cambiado, que la lluvia perdió sentido y que no quiero tardes de viernes a contrareloj. Pero no me jodas, queda creíble?
Y seguiremos llamándonos amigos, idiota.
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